El Ser...

Que tan trascendente puede ser el "SER"... Nuestro "ser"... Si fuéramos sensatos y conscientes de lo únicos e irrepetibles que somos, de saber que la eternidad de "NO SER" que nos aguarda luego de estos tibios momentos de vida, evitaríamos prácticas auto destructivas a nivel individual y a nivel colectivo; espero que generaciones futuras logren una mejor conciencia de esto y su modo de obrar sea mas consecuente con el prodigio de "Ser humano" y del delicado equilibrio del planeta que nos lo permite.

El aprecio al Ser y en particular al ser humano, no es un privilegio de las religiones o una reservada apreciación mística, es un punto de vista lógico y un comportamiento consecuente para una sobrevivencia en el planeta.

Las diferentes culturas que me han precedido han cumplido conmigo de forma coordinada y todo el conjunto me ha permitido esto "SER" (y a todos los que vivimos), no es un hecho aislado el que me lo ha permitido, es un conjunto orquestado de escala Universal.

La magnitud de cada vida se remite a una "Voluntad" de escala Universal, la vida de la bacteria mas elemental no es un hecho ajeno a la orquesta, por una sola de estas pequeñas prolifero la vida en la tierra, prueba de nuestro parentesco es que compartimos todos los procesos bioquímicos con las bacterias.

La vida de unos seres representa la muerte de otros, esto es inevitable, somos los depredadores de la tierra in excelsis, pero el equilibrio que perpetúa la vida en el tiempo es el objetivo.

La imágen arriba, es "simplemente" un fosil. Puede ser trivial o no... Pero lo que si es claro es que "es" la impronta de un ser vivo con algunas particularidades: Se le denomina Cyclomedusa y se le halló al sur de Australia en un estrato de roca del período Ediacaran (635 - 542 Ma ), es un tiempo tan remoto que cuando esta medusa vivió, los continentes podían estar tan separados como hoy en día, les esperaba unirse y constituír "Pangea" el super continente que se subdividió nuevamente para conformar la actual distribución continental que nos es familiar. En su elegante impronta, vemos formas de anillos concéntricos al igual que las orbitas planetarias de nuestro sistema solar o tal como lo son los niveles de energía de los átomos, afortunadamente aún encontramos medusas en nuestros mares y vemos como esas formas simples y elegantes se repiten a diferente escala. Del átomo al sistema estelar, luego a la vida, a la Cyclomedusa, luego a la estrella de mar, de alli a los vertebrados y a los hominidos y el 7 de marzo de 1964 a quien hoy escribe estas lineas y disfruta de la compañía de familiares y amigos desde entonces.